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Tuvimos la suerte de tener a Pauline Oliger, licenciada en Ciencias Biológicas y Magister en Didáctica de las Ciencias, acompañándonos durante el taller de verano.

Pauline realizó una investigación patrocinada por la Universidad del Desarrollo, sobre el desarrollo del pensamiento científico, observando las “habilidades y actitudes científicas que se manifiestan al potenciar la curiosidad e interés innato de los niños/as por la naturaleza que les rodea”.

👀Dentro de lo observado pudo concluir que al igual que a los científicos, a los niños/as no sólo les provocaba plantearse preguntas, sino que también formular respuestas (hipótesis) y anticiparse a resultados (predicciones), habilidades que son fundamentales no sólo para la ciencia, sino también para la vida cotidiana.

🍃A la vez, fomentaba la actitud de asombro, así como la valoración y el respeto por el mundo natural.

Algunas situaciones observadas:

OBSERVANDO SAVIA (GOMOSIS)

Una de las cosas que llamó la atención de los niños/as fue la savia que exudaban los troncos de los cerezos. Se percataron que algo pasaba en estos árboles, observaron que unas eran blandas y otras duras, la asociaron con emociones o procesos de sus cuerpos: “está llorando”, “es su sangre”, “tiene heridas”, “en mis manos parece piel”, y otros, la asociaron con productos naturales: “las venden como pegamento”.


OBSERVANDO HOJAS

Encontraron que algunas hojas de maqui estaban mordidas, generando hipótesis como: “están comidas por orugas, ellas prefieren las hojas, no los frutos”. Mientras otros recogieron hojas del suelo y las ordenaron desde la más verde, pasando por amarillas, hasta el café: “Se están secando”, “se convertirán en tierra”.


HOYOS DE CAMARÓN

Los hoyos de camarones en el suelo también provocaron interés. Al preguntarles por qué había hoyos de diferentes tamaños, dedujeron que eran familias: “el papá hace los más grandes, la mamá los medianos y los hijos los más pequeños”.


MIDIENDO EL PERÍMETRO

Sorprendidos por el tamaño de los troncos de los árboles, midieron su ancho, abrazándolos y contando cuantos niños y niñas rodeaban el árbol (perímetro), comparando, además, cuáles árboles eran más grandes y cuáles más chicos, e incluso, lograron predecir el tamaño de otros.